viernes, 30 de julio de 2010

Que padre

Hace poco más de un mes me acorde de un amigo. Es de esos amigos que estudiaron contigo la primaria y secundaria, dejaste de contactar por un tiempo y la magia del internet te hizo encontrarlo de nuevo.

Me acordé porque le mandé unas felicitaciones el tercer domingo de junio. Así es, a sus 21 años ya tiene esa responsabilidad que pocos se atreverían a tener y en la que muchos fracasan, ser padre. Mi amigo se ve y se siente feliz, tiene un bebé hermoso y también estoy contenta por él pues es una magnifica persona. Al estar en el proceso de felicitarlo me acordé de un evento sucedido en secundaria. Un día fui la primera en llegar al salón, solamente el maestro me acompañaba. Me senté en mi lugar y entró mi amigo, su rostro lleno de lágrimas y su boca con sangre. Tenía un golpe en los labios y yo me quedé muda. El profesor le preguntó si todo estaba bien y él le contestó sollozando, fue mi papá.

viernes, 23 de julio de 2010

Sin rostro y con guitarra

Posee una guitarra pero no un rostro
sus manos crean musica preciosa
¿tendrá aquel hombre nombre propio,
o será que se esconde en la manzana apetitosa?

Es posible que su voz abaritonada
con aquellos acordes de guitarra
quiere ser acompañada
por esta cantante mezzo-bizarra

Si existes ¿quién eres?
en mi pensamiento para tu música no hay tregua
si no existes, existes pues en los atardeceres
te sigo viendo como marca de agua
sin rostro y con guitarra

En sueños se hace presente,
incluso cuando no duermo,
la duda invade mi mente
pero vuelvo a este relato siempre eterno

No es posible imaginar
que aspecto tendrás
pero tu melodía basta escuchar
para no dejar este sueño atrás

lunes, 19 de julio de 2010

Back Home


He regresado de aquel viaje que les conté, aquel país en donde a la cerveza de barril le dicen caña me encantó. Está lleno de arte y cultura, es impresionante.


Fueron nuestros conquistadores y, en cierta medida, sus habitantes siguen creyendo que los que hablamos español somos españoles. Estuve en la ciudad donde está La Torre del Oro, donde todas las riquezas de nuestro país fueron alguna vez almacenadas. En mis entrañas, el disgusto pues al ver las dimensiones de aquella obra arquitectónica no me pude imaginar todo lo que nos fue arrebatado.

Pudimos hablar con la alcaldesa del lugar donde nació mi bisabuelo y nos contaron mucha cosas que me hicieron comprender lo formidable que era. En fin, con todo y las perdidas, discusiones y cansancio, fueron unas tremendas vacaciones.


Iba a contarles algo más que no está relacionado con este viaje pero tendré que dejarlo para la próxima.