miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Humanos?



He llegado a la conclusión de que los seres humanos somos muy peculiares. A veces no entiendo cómo funcionamos. Nuestra lógica es muy ilógica, ¿no creen? Somos tal vez los seres más extraños en la faz de la tierra.

No soy especialista ni nadie para decirlo, pero creo que hacemos todo lo contrario a lo que los científicos han estipulado. Somos seres conscientes dicen, pero creo que en realidad no somos así. Que tenemos sentimientos, pero no siempre y no todos los comparten. Que somos seres capaces de reflexionar, sí científicos del mundo, pero el inconveniente es que nos da pereza (me incluyo).

En ocasiones me parece graciosa nuestra forma de actuar. Hace poco me pasó una situación de esas, y fue curiosísima la manera en que se arregló todo. Tal vez nosotros los seres humanos deberíamos aprenderle algo al resto del mundo animal, no sé, como alivianarnos un poco por ejemplo. Porque a fin de cuentas no somos tan humanos como creemos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Una tarde en la estética



El sábado fui a la estética, una muy modesta y pequeñita en la sala de una casa, para cortarme las puntas del cabello, estuve esperando a que cinco señoras se tiñeran el cabello y se hicieran rayitos. Fueron más de tres horas que estuve esperando y desesperando. Por eso no me gusta ir a este tipo de lugares ni hacerme cosas en el cabello.

El chico-chica de la estética tiene un gato y se acercó, yo constantemente cambiaba de silla para que el gato no me alcanzara (por post anteriores se darán cuenta que odio a los gatos, además soy alérgica).

En ese momento llega una señora ya grande, el personaje del día, y se sienta a un lado del gato. Empieza a preguntarle al chico-chica de la estética acerca del gato, y empezaron una conversación. Cuando bajé de Marte, porque a veces mi mente viaja hasta allá, empecé a escuchar la conversación.

Resulta que en la casa de la señora rondaban 3 gatos que todas las noches se la pasaban llorando y maullando (cosa que yo no soporto de los gatos). Durante el día agarraban la comida de la señora, tanto que hasta unas pechugas de pollo se comieron. La señora dijo "ya no aguantaba a los pinches gatos esos, y que me voy al mercado a conseguir veneno".

La señora llegó con el señor que vende dicho veneno pero éste no se lo quería vender, "usted se quiere suicidar con este veneno doña". La señora contestó "¡nombre! es para unos pinches gatos que andan jodiendo todo el día, los voy a envenenar". Al final de cuentas, consiguió que le dieran el veneno.

La señora llegó a su casa y revolvió una lata de atún con el veneno, dejó la comida en un rincón del patio, y los gatos comieron todo. De repente la señora exclama "y dónde vas a creer que los pinches gatos no se murieron".

La señora cambió de tema y le dijo al chico-chica de la estética que necesitaba ir al baño pero ella tenía que subir las escaleras y por su edad ya no le es fácil, "me aguanto" dijo ella. Cuando a la señora le estaban lavando el cabello el agua salía muy fría, entonces fue cuando oí  "ay esta agua está bien fría, y con las ganas de wishar (en Campeche y la península así se le dice a la acción de expeler la orina) que tengo, más ganas me dan". Luego la señora comenzó a hacer planes para construirle un baño a la estética en la planta baja.

Después, cuando por fin me estaban cortando el cabello, un gatito pequeñito estaba afuera maullando. La señora dijo que podía traducir los maullidos de los gatos, "Ayúdenme, ayúdeme, sálvenme que allá adentro está una señora matagatitos, sálvenme". La señora decía que así como existía el mataviejitas, también había una matagatitos. Todo esto en un tono irónico/sarcástico que nos tenía a todos explotando de la risa.

Así que al final de cuentas, las 4 horas que estuve esperando no fueron del todo una tortura. 






PD: Por cierto, no me gustan los gatos pero nunca envenenaría así a un animal. Qué bueno que no se murieron.