Le voy a hacer caso a mi mamá y
me voy a poner a escribir, aunque sea de vez en cuando para este blog abandonado que apuesto a
que casi le pueden ver las telarañas. Telarañas de abandono pero ya se las iré quitando
poco a poco. Poco es lo que puedes esperar de personas que han manejado las
situaciones a diestra y siniestra. Siniestra la tempestad que hubo ayer en esta
ciudad. Ciudad con luces neón y edificios rectangulares, muchas personas con
paso firme, cansadas de andar tantos años. Años pasan y van, recordarlos y
memorizarlos, años que no vuelven y otros por venir, y por olvidar, puede ser. Ser
mejor persona cada día, ser neutral, ser honesta, ser perseverante, ser
paciente, ser lo que falta para ser agente de cambio. Cambio el lente de la
cámara y se ve todo color azul, siento que estoy en un mundo paralelo, como si la tierra estuviese sumergida en el agua. Agua salada del mar,
así huele el viento a veces, incluso hasta se escucha como tal. Tal vez les parezca
que ya divagué mucho. Mucho es lo que quisiera escribir pero a veces no hay
tiempo. Tiempo de despedirme. Despedirme para pronto volver. Volver para
escribir. Escribir. Escribir.