Las nubes, colchón suave que alberga el descanso del cielo, helado de yogur que no se come. Las nubes, suave capa enemiga cuando llueve y amiga cuando nos cubre del sol, zona de turbulencia donde los pensamientos se mecen sin sentido. Algodones de azúcar que no se dejan morder, composición química formidable. Las nubes, almohada blanca de sueños dedicados a volar, compañeras de la luna llena y de eclipses de sol. Hogar del arcoiris y los colores desconocidos. Nubes grises, negras, blancas o violetas. Pedacitos de pintura blanca que cayó del espacio. Inmensas cordilleras de cielo que desaparecen con el viento. Nieve en las alturas, hielo transformado. Las nubes, eso son. Míralas.
