Navideando

Faltan escasos días para la Navidad que para mí es fenomenal. Yo no considero a esta festividad como motivo religioso pues soy atea, pero lo que me parece espléndido es otra serie de circunstancias. Una que denota preponderancia para mí y a la que dedico este post es que voy a la casa de los abuelos. Veo a mi familia después de un largo periodo de no estar con ella porque no vivimos en la misma ciudad.

Disfrutaré de estar con mis tíos, empezar los preparativos del concierto de Coldplay con mi querida Selmistar, la rica comida de mis abues, volver a ser una niña jugando con mis primitos, reírse del tío atolondrado que no puede faltar en una familia y, en reumidas cuentas, pasar un rato en extremo placentero. Mi familia es extraodinaria.

Además de la grata compañía de la familia, la Navidad me parece espléndida por los regalos, ir de compras, arreglarte para la cena, cambios de look, engullir en una forma bestial, tres días de recalentado suculento, los propósitos de año nuevo, el pandemónium en la cocina... you know.


Sin más que decir, les deseo a todos felices fiestas